Tras los días de triduo, que coinciden con el 26 de Abril, llega un gran día de fiesta en el que el pueblo se llena de color y sevillanas desde las primeras horasdel día para recivir al santo.
Tras la misa de romeros en la parroquia de San Isidoro del Campo y San Geroncio de Itálica, la imágen del santo se traslada a su carreta, adornada cada año con colores diferentes para iniciar una procesión por el pueblo antes de iniciar el camino por el campo. Con más de cincuenta carretas, algunas de ellas tiradas por bueyes, los romeros hacen el camino entre campos de trigo y girasol creando una de las estampas más bonitas de la romería.
Entre vivas, sevillanas y rezos, el pueblo convive entorno a la imágen de San Isidoro durante unas horas en la orilla del río Guadalquivir, cerca del cortijo Gambogaz . A las seis de la tarde, la comitiva se prepara para el regreso, llegando al pueblo al atardecer, donde esperan los poncinos y poncinas para vivir algunos de los momentos más emotivos: la entrada en el pueblo, el paso por las barriadas, la capilla de la Hermandad del Rocio, calle Alcalde Cipriano Moreno.
Al entrar en la iglesia, los romeros rezan cantando a San Isidoro, recordando y dando gracias por el día vivido en hermandad, acto seguido son los carreteros los que se despiden lanzando vivas a San Isidoro del Campo y proclamandolo patrón de Santiponce.
