Según una leyenda, siendo Isidoro un niño, un enjambre de abejas invadió su cuna y dejó en sus labios un poco de miel, como auspicio de la dulce y sustanciosa enseñanza que un día saldría de esos labios.
San Isidoro y sus hermanos quedaron huerfanos siendo muy jovenes. Un día escapó de su casa y cuando volvió fue encerrado en un monasterio. Allí vió como una cuerda había hecho una hendidura en la piedra del pozo interpretando que la voluntad y conciencia del hombre pueden vencer las dificultades de la vida.
Estudió en la escuela catedralicia de Sevilla , donde aprendió: latin , griego y hebreo . Al morir su hermano Leandro , arzobispo de Sevilla , lo sucedió en el gobierno de la diocesis y su episcopado duró 37 años ( 599-636 ).
San Isidoro llegó a ser uno de los hombres mas sabios de su época, considerándolo el Maestro de la Edad Media o de la Europa Medieval y primer organizador de la cultura cristiana y al mismo tiempo era un hombre de profunda humildad y caridad. San Isidoro fue un escritor muy fecundo, aunque su obra más conocida fueron sus Etimologías u Orígenes, también escribió obras como: un diccionario de sinónimos, un tratado de astronomía y geografía, un resumen de la historia desde la creación, biografías de hombres ilustres, un libro sobre los valores del Antiguo y del Nuevo Testamento, un código de reglas monacales, varios tratados teológicos y eclesiásticos y lo más valioso en nuestros días, la historia de los visigodos, los vándalos y de los suevos.
A edad avanzada presidió el IV concilio de Toledo ( 633 ) , que requirió que todos los obispos establecisen seminarios y escuelas catedralícias . Siguiendo las directrices establecidas por San Isidoro en Sevilla fue prescrito el estudio del griego y el hebreo , y se alentó el interes por el estudió del derecho y la medicina .
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